MEDIACIÓN

La mediación es una herramienta para crear puntos de encuentro donde; Comprender, Reconocer, Expresar, Acordar y Resolver conflictos.
Facilita Concienciarse como parte del proceso de Recabar información, Entender el problema, Aclarar objetivos y Replantear soluciones.
Es un proceso para Consensuar y Responsabilizarse al Establecer Acuerdos con Retroalimentación en el logro de una solución satisfactoria con Compromiso, Reciprocidad, Ecuanimidad y Alegría en las Relaciones sociales.

El conflicto es un ente vivo que requiere Escucha, Naturalidad Transformación, Entusiasmo con Vitalidad e Interés en la Valiosa Ocasión de Comprometerse con Respeto, Esperanza, Animo y Realismo en la oportunidad de obtener una Vivencia de Intercambio Virtuoso de Opiniones con Voluntad, Iniciativa, Desarrollo, y Autenticidad en la colaboración, cooperación y comunicación interpersonal.

GESTIÓN Y MEDIACIÓN PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.

La gestión del conflicto es un proceso en el cual se capacita para el manejo de las habilidades para la resolución de conflictos que pueden y deben ejercitarse en comunica-acción entre los actores de la comunidad.

En los proyectos de participación ciudadana, los integrantes de la comunidad, mediante la implicación en procesos de convivencia potencian sus propios recursos y enriquecerán su actividades cotidianas, en las cuales, además de dar prioridad a sus interés personales suman sinergias a un proyecto de ciudadanía común.

La gestión de conflictos en el ámbito comunitario no trata de abordar las raíces profundas de los conflictos complejos y prolongados, ni promover cambios en las condiciones estructurales que los propician, sino simplemente aminorar el conflicto y reorientarlo hacia un escenario en el que pueda entrar en vías de solución.

La gestión del conflicto implica, en definitiva, una transformación del conflicto mediante un proceso de empoderamiento de las capacidades para analizar la realidad y buscar soluciones a sus problemas.

Entre las medidas empleadas con mayor frecuencia en la gestión de conflictos se encuentran la clarificación de las metas de cada una de las partes enfrentadas, el establecimiento o mejora de los canales de comunicación entre ellas, la búsqueda y verificación de hechos y, como actividad especialmente necesaria, la promoción del diálogo, entendido como un proceso de reunión con la participación activa de los implicados para desarrollar una definición en común del problema y posteriormente proponer soluciones que satisfagan las necesidades fundamentales de todas las partes.

La respuesta judicial ante un conflicto de carácter interpersonal, intergrupal o intragrupal no responde a las necesidades de cada parte implicada, mientras que la gestión del conflicto devuelve a las personas el entendimiento y protagonismo en su conflicto, atendiendo a su visión de la realidad para sentirse satisfecho.

De este modo, busca que las personas hablen y entiendan distintos puntos de vista. Los acuerdos no pueden ir en contra de las normativas que regulan la convivencia, pero es importante dar un espacio al diálogo social de las necesidades, intereses, temores ante las posiciones ejercidas en el día a día, con el fin de evitar la escalada y los resultados destructivos si se acumula la tensión en los conflictos de la cotidianidad ciudadana.

Por consiguiente, es necesario desarrollar una RED comunitaria de Resolución Espontánea de Disputas, puesto que paso a paso DARAN modelos cívicos de Diálogos Apreciativos de Resolución Alternativa en la Negociación para construir plataformas de actores activos por la comunica-acción por la paz y la convivencia solidaria.

En la actualidad existen diversos métodos para la resolución de conflictos según el poder que se le otorgue a las partes implicadas o a la intervención de un tercero:

– La justicia, representa la intervención del poder del estado, en donde las partes implicadas en el conflicto encuentran la solución a través de la respuesta judicial.

– El arbitraje, representa la intervención de un tribunal especializado , el cual, dentro de unos supuestos determinados, tiene autoridad para exigir el cumplimiento del acuerdo alcanzado.

– La conciliación, es un mecanismo de resolución de conflictos a través del cual, dos o más personas gestionan por sí mismas voluntariamente la solución de sus diferencias, con la ayuda de un tercero imparcial que facilita el diálogo y promueve fórmulas de acuerdo que permitan llegar a soluciones satisfactorias para ambas partes, que pueda dar por terminadas las diferencias que se presentan.

– La NEGOCIACIÓN, mediante la cual dos o más partes interactúan y dialogan, buscando el entendimiento recíproco para llegar a un acuerdo mutuamente aceptado en relación a sus necesidades e intereses y no ante las posiciones. De este modo, mejora las relaciones y la convivencia entre ambas partes, mientras se mantiene el control sobre el proceso de colaboración.

– Otra posibilidad de conseguir el acercamiento entre las partes en la resolución de su conflicto es la MEDIACIÓN, cuando las emociones son demasiado fuertes o violentas, cuando nos sentimos impotentes de resolver nuestros problemas interpersonales, entonces se puede pedir la ayuda de un facilitador de la comunicación entre los protagonistas del conflicto, por medio de un proceso confidencial e imparcial de negociación asistida en el que las personas implicadas puedan ejercer su poder de decisión y de resolución voluntaria del conflicto, y además interiorizar aprendizajes para resolver problemas.

Se requiere de un tercero imparcial que facilita el acuerdo entre ambas partes. Cada parte contará lo que ha ocurrido y cómo se ha sentido, sin interrupciones. El mediador hará preguntas para entender el punto de vista de cada uno. Con la ayuda del mediador se pondrán en los zapatos del otro, para poder así pensar en diferentes ideas y buscar una solución generada por ellos mismos. Se considerarán las diversas posibilidades y finalmente se acuerda una de ellas. El mediador escribirá el acuerdo, todos lo firman y se entrega copia del mismo a cada una de las partes

La mediación implica que la intervención en el proceso de negociación de una tercera parte imparcial no proponga soluciones sino que facilite el acuerdo entre ambas partes.

La persona mediadora no está vinculada a ninguna de las partes enfrentadas ni tiene interés por un resultado específico, debe ser legitimada y dar confianza a todas las partes implicadas.

Es importante reiterar que la figura del mediador no tiene capacidad de decisión ni de propuesta de soluciones, sino que se limita a facilitar el proceso de comunicación entre los implicados y a guiar a las diferentes partes durante la negociación, ayudando en la definición del problema y el análisis de las preocupaciones, los intereses particulares, la comprensión de los puntos de vista opuestos y la elaboración de un acuerdo de la solución al conflicto que cuente con la aceptación mutua. Este proceso lleva implícito un aumento de la capacidad de gestión de los conflictos a nivel personal y comunitario para actuar como agentes de su propia mediación en las redes ciudadanas.