Técnicas de animación grupal.

Tipos de dinámicas de juego grupales son:

Formativas para brindar la posibilidad de desarrollar capacidades distintas al simple conocimiento y de superar problemas personales.
Psicoterapéuticas para superar problemas específicos.
Educativas con el fin de dar a conocer nueva información.
De socialización para la comunicación, integración y convivencia familiar y comunitaria.
De trabajo en equipo para generar formas de trabajo cooperativo.

En los grupos de se juegan diversos roles:
El rol asignado es un rol necesitado por el grupo que puede ser o no asumido por el sujeto.

El rol asumido es un rol que se le adjudica a un sujeto y que es necesitado por el grupo, y cuya asunción puede llevar a provocar estereotipias.

El rol complementario es aquel que se da en función de otros roles designados a los integrantes del grupo, tiene la finalidad de guardar el equilibrio en el grupo aunque dicho rol pueda ser positivo o negativo para el individuo.

El rol suplementario es aquel que se da en función a la competencia en un grupo, y que afecta de manera tangible el buen logro de la tarea en el grupo.

Cuando los/as navegantes se enrolan en un barco desempeñan roles como integrantes de un grupo que dependen de la misma dinámica del juego de roles en el grupo y no solo de las características de cada navegante.
El rol se asocia a la representa-acción de ciertos conductas o aspectos sociales y por lo tanto está unido a la resistencia al cambio de asumirlos o rechazarlos, debido a la inercia o tendencia a mantenerse realizando lo habitual o lo acostumbrado a mantener.

 

En el cuaderno de bitácora de todo barco aparecen diversos roles que interactúan y se mezclan entre los grupos de navegantes, destacan los siguientes tipos:
– Rol de emergente a través de una verbalización, alguna actitud o conducta individual o modo de resonancia grupal, ante algún acontecimiento interno o externo al grupo.

– Rol de portavoz para denunciar el acontecer grupal, las fantasías que lo mueven, las ansiedades y necesidades de la totalidad del grupo. Todo portavoz es un emergente, aunque no todo emergente es un portavoz.

– Rol del líder es depositario de los aspectos positivos del grupo y por tanto tiene la finalidad rotativa de asumir la organización de los aspectos que integran la tarea. Procura intermediar en las diferencias entre los integrantes del grupo; intenta conciliar desacuerdos; alivia la tensión en situaciones de conflicto.

– Rol de Chivo emisario como miembro del grupo que se hace depositario de los aspectos negativos o atemorizantes del grupo o de la tarea.

– Rol de Saboteador u Obstaculizador que manifiesta negativismo, ofrece resistencia, evidencia terquedad e intenta mantenerse enfocado en el problema. Es el transmisor de la resistencia al cambio generando excluir el abordaje de la tarea por los miedos al fracaso u otros factores como el miedo al cambio de estatus sociométrico, inseguridades, etc.

– Rol de Agresor expresando desaprobación por los valores, actos o sentimientos de otras personas, atacando el status de los individuos del grupo.

– Rol de estimulador para ayudar al grupo a pensar en positivo y abordando el obstáculo desde el entusiasmo de generar y alabar nuevas ideas. Elogia la contribución de todos los integrantes del grupo, muestra comprensión y aceptación de otros puntos de vista, ideas y sugerencias.

– Rol de Observador poco participante, cuya función consiste en recoger todo el material expresado verbal y preverbalmente en el grupo, con el objeto de realimentar la evaluación del tema a tratar.

– Rol de Moderador en un momento del proceso del grupo se encarga facilitar afrontar la tarea explícita mediante el respeto y escucha activa dentro del grupo. Muestra o clarifica la relación entre las diferentes ideas y sugerencias, tratando de reunirlas.

– Rol de evaluador está pendiente de si se están cumpliendo las normas establecidas. Evalúa o cuestiona sugerencias o una intervención porque no le parece práctica o lógica.

El aprendizaje grupal surge mayormente del trabajo en equipos o trabajo colaborativo. En este caso los participantes unidos en grupos juegan roles que se relacionan, complementan y diferencian para lograr una meta común. Para lograr colaboración se requiere de una tarea mutua en la cual los participantes trabajan juntos para producir algo que no podrían producir individualmente.

Es fundamental tomar conciencia que el intercambio de actitudes entre la tripulación es un juego de roles y por tanto debe jugarse como tal. Es decir, el bienestar de los marineros depende de la reflexión sobre su conducta que es condicionada por un rol determinado. Una flexión, otra flexión y otra flexión hacen una reflexión no para flojear ante las adversidades sino para ser más flexibles y espontáneos ante ellas.

A lo largo y ancho del mar se navegan oleadas de roles vinculares o estilos de respuesta ante el conflicto. Una buena filosofía de los barcos resilientes es tener en cuenta que se destruye a los enemigos cuando se convierten en amigos, por este motivo, aprendemos de las defensas y ataques, vulnerabilidades y mecanismos de protección de los animales costeros y de mares profundos.

Las personas cuando se desempeñan plenamente como individuos a la par que trabajan colaborativamente con otras personas en cualquier equipo humano se consideran personas íntegras e integradas. Para ello es necesario que en los colectivos exista un liderazgo transformador, un reto motivante, una estrategia adecuada, una estructura organizacional flexible y ágil y un sistemas de apoyo para que se dé el trabajo en equipo.

Los equipos de trabajo deben de contar con una filosofía y valores de trabajo razonados y aceptados por todos, un manejo adecuado de la inteligencia y energía emocional para facilitar la interacción humana, un desarrollo y utilización eficaz de la autoestima y la asertividad, un alto nivel de compromiso y responsabilidad y destrezas para la toma de decisiones.

Es indispensable que se desarrolle la motivación de logro. Qué exista un objetivo común que impulse, motive y guíe la actuación de todos los miembros del equipo.

Sinergia significa cooperación, esfuerzo en conjunto para realizar una determinada tarea. La sinergia es el momento en el que el todo es mayor que la suma de las partes, por tanto, existe una mayor efectividad que si se actúa por separado.

 

En el ámbito de la psicología, la sinergia es la unión de diferentes conocimientos y habilidades para cumplir un objetivo de manera eficiente y eficaz, esto se logra mediante la colaboración, unión de varios esfuerzos, aportar cada individuo lo que mejor sabe hacer y la complementariedad entre ellos.

Artes de dinámica de grupos y trabajo en equipo para la resolución de conflictos de forma cooperativa.
La Navega-Acción en SINERGIA COOPERATIVA es el ARTE de:
NEGOCIAR con NATURALIDAD
AFRONTAR con ACEPTACIÓN
VALORAR con VERACIDAD
EMPATIZAR con ECUANIMIDAD
GUIAR con GENTILEZA
ADAPTARSE con ASERTIVIDAD
RECOMPENSAR con RETROALIMENTACIÓN

 

Todo grumete dispuesto a aprender el Arte de la Navega-acción en equipos de trabajo debe desarrollar la madurez, las habilidades y establecer relaciones solidarias con sus compañeros.

El aprendizaje significativo del marinero va pasando por diferentes etapas dirigidas por un buen capitán que poco a poco encamine a que cada tripulante desarrolle su potencial.
De este modo en todo aprendizaje grupal se vivencia un proceso que pasa por dirigir, asesorar, entusiasmar la participa-acción grupal hasta finalizar con la delegación y autonomía personal y grupal. En este proceso de unión del equipo se puede producir una jerarquización y una circularización de líderes.

Un buen capitán debe ser consciente de la importancia de delegar responsabilidades para tender buenas redes de buenos navegantes entre las diversas flotas de la mar.

Las fases del proceso grupal, en una buena navega-acción, no son lineales sino que suben y bajan como las mareas, fluctuando con las distintas corrientes. En embarcaciones donde los navegantes entran y salen, puede retrocederse en las fases en función de la eslora del barco y los cambios de la tripula-acción.
Las fases o etapas son:
– Fase de Forma-acción:
En esta etapa el grupo está conociéndose, en una orienta-acción y una prepara-acción. Se caracteriza usualmente porque algunos tripulantes están inseguros mientras que otros más extrovertidos rápidamente asumirán alguna clase de rol activo. De cualquier forma el ambiente en el barco es de mantener la calma para poder mantenerse a flote.
En esta fase los grumetes muestran dependencia del capitán en cuanto a su guía y dirección, puesto que su grado de responsabilidad es aún poco clara.
De este modo, el líder debe asumir el rol de dirigir y responder gran cantidad de preguntas acerca del propósito de la navega-acción en equipo.

– Fase de Motiva-acción:
Ya se han ubicado el grupo de tripulantes dentro de la embarcación y se establece un periodo de relaciones para alcanzar una posición, autoridad e influencia entre los compañeros. Se empieza a navegar con un rumbo circular en el que cada miembro de la embarcación rema o actúa para una dirección o motiva-acción personal.
En esta fase se reta o se prueba la capacidad del capitán y se generan desacuerdos entre los tripulantes mientras se reparten eventualmente roles para conseguir ser operativos y optimizar tiempo y recursos.
Esta es la fase más incómoda de la vida del grupo, puesto que se adolece de seguridad y predominan los conflictos intra e interpersonales en el grupo, con periodos de cambios en la jerarquía de roles entre los líderes e incluso entre los miembros de la tripulación existe rivalidad para adquirir o establecer relaciones con otros miembros del equipo y con respecto a su líder.
Se plantean retos y cuestionamientos en la navega-acción planteados por los mismos miembros del equipo. Se forman subgrupos de afinidades ente las cueles se pueden dar luchas de poder o influencia.

El capitán debe mantener un buen rumbo enfilándose hacia las metas del equipo sin distracciones interpersonales ni conflictos emocionales. Es decir, se debe asesorar en la toma de conciencia de la responsabilidad compartida necesaria para el bien común, puesto que, en esta etapa las decisiones grupales necesitan un punto de vista objetivo y ecuánime.

– Fase de integra-acción:
Cuando hay orden en la estructura interna de la embarca-acción grupal, es cuando los tripulantes retoman el propósito por el cual se han embarcado juntos en un rumbo afín.
Los miembros del grupo necesitan reafirmarse en unos comportamientos e ideas sobre la identidad de grupal. Ya no prima lo individual y psicológico sino lo colectivo y trascendente como equipo.
Cada miembro del equipo tiene una motivación personal implícita además de la explicita grupalmente, por eso puede haber conflictos que hagan retroceder de fase.

El capitán facilita y capacita a los tripulantes para que se formen acuerdos y consensos dentro del equipo. El equipo evoluciona progresivamente mientras que el líder es respetado en un liderazgo compartido entre los tripulantes.
En esta etapa los roles se centran en las responsabilidades claras, tomando decisiones por consenso grupo con posibilidad de delegar decisiones en subgrupos o a nivel personal, puesto que la unión, la confianza y el compromiso son fuertes.

– Fase de Coopera-acción:
En esta fase el grupo es más estable, no sólo por la eficacia en la obtención de objetivos comunes y por la eficiencia en la optimización de los recursos, sino también por la efectividad o impacto positivo para el bien colectivo, haya sido considerado como objetivo grupal o no.
El equipo está estratégicamente a toda vela consciente de sus metas compartidas y sobre qué hacer para conseguirlas, capacitado y autónomo en la realización de las tareas.
Hay un enfoque activo en lograr resultados y el equipo toma decisiones por si mismo, puesto que aunque los desacuerdos ocurren se resuelven dentro del equipo.
En esta etapa el equipo está capacitado para realizar cambios necesarios para su propio proceso en busca de las metas afines y aprendizajes compartidos.

El capitán sabe que los tripulantes se respetan, se valoran y se cuidan entre ellos. De este modo delega tareas y proyectos, pudiendo dar apoyo puntual.

– Fase de Evalúa-acción y separa-acción:
Esta fase es muy relevante para el bienestar de los integrantes del barco. Se hace una evaluación de la vivencia y se plantea la terminación del viaje compartido al haber llegado a buen puerto, logrado el proyecto o el fin buscado.
En esta etapa el grupo afronta la disolución del grupo o plantear un nuevo rumbo ante la desintegración del mismo.
Se analiza si las metas han sido completadas con excelencia personal y con éxito en relación a si el propósito colectivo ha sido alcanzado. De este modo, todos sus miembros se pueden mover hacia otras embarcaciones sintiéndose bien por lo que han conseguido en el aprendizaje grupal.
Si los miembros del grupo han estado muy unidos es muy probable que se de un sentimiento de miedo a la separación con un sentimiento de inseguridad y de resistencia al cambio. La función del capitán es reconocer, valorar y ofrecer seguridad personal con gran sentido de gratitud por el proceso de empatía y aprendizaje significativo que han conseguido vivenciar en el transcurso del viaje.

Los grupos terapéuticos psicoeducativos se caracterizan por estar centrados en el proceso, con el objetivo de aportar a sus miembros información y herramientas para manejar dificultades.

 

La primera meta esencial y general de toda psicoterapia es el cambio por medio del aprendizaje. En las dinámicas de grupo en psicoterapia los pacientes tienen la oportunidad de comparar y contrastar su modo de obrar, a modo de espejo, en los otros; pueden ver que lo que consideraba particular es común y lo que consideraba común puede ser particular para esa persona.

En las dinámicas de grupo también se familiariza con nuevas formas de resolución de problemas. A medida que el paciente advierte que su problema no es único, pierde la necesidad de mantener su reserva y su aislamiento. La perdida de esta necesidad ayudaba a disipar la resistencia al cambio del paciente.

 

El individuo es un ser social, producto de fuerzas ambientales e intrapsíquicas así como de impulsos biológicos. Conforme el individuo se comunica dentro del grupo, el terapeuta puede observar sus patrones de conducta y la medida en que están influidos por los estímulos variantes proporcionados por el grupo.

 

La terapia sistémica de un grupo es un proceso que transcurre por 4 estadios.

Estadio inicial o de orientación, en la cual la tarea central del terapeuta es establecer la confianza de los miembros del grupo hacia él y hacia el resto de participantes. También deben quedar claras las normas, tanto explícitas como implícitas. Se produce frecuentemente un choque entre las necesidades de autonomía y las de pertenencia al grupo.

Estadio de transición; después del estadio inicial es posible que los miembros sientan dudas sobre los beneficios que pueden obtener del grupo, así como miedo a exponerse. Es habitual que aparezcan conflictos entre los miembros y que se ponga en duda la autoridad del terapeuta.

Estadio de trabajo; donde se produce la cohesión entre los participantes a partir del abordaje de problemas concretos y de los conflictos que surgen en el propio grupo. El terapeuta puede desafiar a los miembros con el objetivo de avanzar hacia las metas terapéuticas.

Estadio final o de consolidación, donde se lleva a cabo una recapitulación de los avances realizados por los miembros, que tiene el objetivo de integrar la experiencia de la terapia de grupo en la vida cotidiana.

Los participantes pueden sentir cierta tristeza y temor a afrontar nuevas dificultades sin ayuda de sus compañeros y el terapeuta, por lo que conviene preparar bien la finalización y planificar sesiones de seguimiento, si es necesario.