Concentración
Observación
ACEPTACIÓN
Unidad
La Sabiduría implica la conexión entre la mente y el corazón, es decir, el entendimiento correcto y la benevolencia. En el Yoga Mental nos enseña cómo ir encauzando, limpiando y estabilizando los pensamientos con técnicas de concentración, meditación, visualización, autoindagación y transformación.
El Yoga Mental o Rāja Yoga, propone que mediante la concentración (Dharana), la observación controlada (Dyana) y la superconciencia del estado de unidad (Samadhi) se pueda alcanzar la intensificación de la conciencia, la purificación del subconsciente y la armonía.
Tanto el cuerpo como la mente deben entenderse como meros instrumentos susceptibles de ser controlados. Cuando los deseos de la mente y el cuerpo dominan el pensamiento se rompe la armonía natural y nace el sufrimiento para el ser humano. Por eso, el Yoga Mental tiene como objetivo trabajar las cualidades de la voluntad, la confianza y genera un proceso de control de la concentración para la purificación subconsciente y una mayor conciencia para mejorar la vida.
Cuando los pensamientos de cada persona se logran calmar, se alcanza un estado absoluto de armonía personal.
La calma mental está en alcanzar el control de la energía de los pensamientos dando serenidad y tranquilidad interior al ser.
El Yoga Mental o Rāja Yoga considera con una perspectiva más amplia y neutra los condicionamientos, tendencias y hábitos que rigen la vida. Puede poner intención en realizar un cambio que implique una transformación personal, buscando una relación consigo mismo y con el exterior más saludable.
El Rāja Yoga o Yoga Mental nos enseña el conocimiento de cómo llevar una vida en armonía, mejora nuestra concentración, creatividad, agudiza nuestra memoria y es aconsejable para tener una salud física y mental plena.
El Yoga Mental pone foco en el reino de las capacidades mentales. El Rāja Yoga está centrado en la concentración la observación activa y la supraconsciencia. Por esta razón la mente es un instrumento muy importante, ya que se utiliza para profundizar en la divinidad del universo interior. Para ello se debe desviar la atención de la mente hacia la luz interior de cada persona, evitando los pensamientos exteriores.
Rāja Yoga es el yoga de la existencia suprema a través de la cual la mente reina sobre las emociones y todos los sentidos. Busca que las personas realicen un viaje de introspección a través de la concentración, observación y sentimiento de unidad para descubrir su verdadera esencia. Utiliza el poder de la mente para controlar el cuerpo y despertar las cualidades positivas ocultas dentro de uno mismo. Enseña la importancia del silencio y la introspección para conocerse mejor y alcanzar la autorrealización.
El principal objetivo del Rāja Yoga es alcanzar el estado de unidad.
Para alcanzar el estado trascendental de conciencia, adopta los métodos de concentración y observación así como el control del poder mental. Potencia y fortalece nuestras capacidades intelectuales, aportando inteligencia emocional y apreciativa. Nos conecta con experiencias sutiles como seres supraconscientes viviendo el presente con certeza, amor, cuidado y unidad.
El Rāja Yoga es una técnica simple y versátil que se puede practicar en cualquier lugar y en cualquier momento. Se realiza con los ojos abiertos o cerrados, se trata de un proceso de concentración, observación e introspección para ir conectándose consigo mismo.
FRUTOS DEL YOGA MENTAL
Los principales frutos del Yoga Mental o Rāja Yoga son la observación y el cambio de los pensamientos, la plenitud de los talentos y lograr que las decisiones sean tomadas de una manera más clara y consciente.
De la realización asidua del Rāja Yoga pueden obtenerse los siguientes beneficios:
Equilibrio de la actividad del sistema nervioso.
Relajación física, emocional y mental.
Fortalecimiento del sistema inmunológico.
Mejora en la calidad del sueño; duración, continuidad y profundidad.
Propicia un estado mental claro, sereno, objetivo y ecuánime.
Estimula la imaginación potenciando la creatividad.
Da tranquilidad y relaja tu cuerpo.
Mejora la concentración y aumenta la claridad mental.
Facilita aprender a aprender a calmar y enfocar tu mente.
Ayuda a desarrollar una actitud positiva y a responder mejor a las situaciones, por tanto, desarrolla relaciones armoniosas.
Aumenta el autoconocimiento y la autoestima.
El camino de la realización personal transita ocho ramas (Ashtanga) del Yoga el cual se comprenden en dos bloques:
Yoga del camino externo (Bahiranga):
Basado en el autocontrol y la relación con los demás (Yama).
Disciplina y relación con una mismo (Niyama).
Diferentes posturas que ayuden a generar estabilidad física, emocional y mental (Asana).
Control y expansión de la respiración para la regulación de la energía biológica (Pranayama).
Abstracción o retraimiento de los sentidos (Pratyahara).
Yoga del camino interior (Antaranga) centrado en:
Concentración (Dharana).
Observación meditativa (Dhyana).
Liberación y realización y superconciencia de unidad (Samadhi).
Los ocho pasos del Rāja Yoga fueron compilados por Patanyali en su libro Yoga Sūtra y se trata de una progresión hacia la purificación del cuerpo y la mente, para peregrinar hacia la iluminación. Estos son:
- Los Yamas o 5 principio morales.
Se trata de cinco principios básicos que regulan nuestro comportamiento interno y, por lo tanto, cómo interactuamos con el mundo externo. Son preceptos, normas o códigos morales para vivir en sociedad:
+ Ahimsa: relacionado con la no violencia, no dañar.
+ Satya: ser verdadero, sincero y honesto en tu vida y con las demás personas. Sin falsedad.
+ Asteya: Honestidad, no robar ni aprovecharse de otras personas
+ Brahmacarya: Continencia o sublimación de la poderosa energía sexual.
+ Aparigraha: no avaricia, no obstinarse con bienes materiales ni ser codicioso ni acaparar.
- Los Niyamas o 5 preceptos éticos que aportan cualidades o valores a la persona:
+ Santosha: se basa en desarrollar un estado de felicidad, estar contento con uno mismo.
+ Svadhyaya: Estudio de uno mismo. Desarrollo espiritual a través del autoconocimiento, la reflexión y la autoobservación.
+ Ishwara pranidhara: Rendición o entrega en la presencia divina y librarse de deseos mundanos de la personalidad.
+ Saucha: Tiene que ver con la pureza tanto interna como externa que se consigue a través de una alimentación saludable y la práctica de asanas.
+ Tapas: Disciplina, austeridad para eliminar las impurezas del cuerpo y de la mente. Se consigue a través de las asanas y las pranayamas.
- Asanas o posturas.
Las asanas son las posiciones estables y confortables que ayudan a generar estabilidad física, mental y emocional. Es muy importante encontrar la calma y equilibrar el ritmo respiratorio, siendo firme y constante.
La yoga facilita la conexión entre la vida humana y la espiritual, es por ello que para hacer asanas no basta con hacer ejercicios e imitar una postura de yoga, sino que hay que concentrarse para lograr la relajación de cuerpo y mente. Para ello es muy importante mantener la concentración en el equilibrio y en la respiración dejando la mente lo más abstraída posible de cualquier otro pensamiento.
- Pranayama o respiración consciente.
Al controlar la respiración, la mente queda bajo nuestro control. A través de las prácticas de pranayama expandimos y purificamos el cuerpo energético emergiendo una nueva claridad y perspectiva, de tal forma que la mente se vuelve apta para la meditación. Nos ayudará a llegar a niveles más profundos de la conciencia.
Pranayama está directamente relacionada con la respiración para conseguir llegar a los niveles más profundos de la conciencia.
- Pratyahara, interiorización y abstracción de los sentidos.
La Pratyahara pretende eliminar el enfoque de cada uno de los sentidos hacia el mundo exterior para centrarlo en el mundo interior, hacia el alma del individuo. De esta manera ayudan a la mente en su búsqueda interna.
La metáfora podría ser una tortuga que se recluye en su caparazón: el caparazón es la mente y los miembros de la tortuga son los sentidos. Es la preparación para la concentración al aumentar el dominio sobre las influencias externas.
- DHARANA o concentración.
Dharana consiste en unificar la atención en una referencia denominada anclaje, de manera que la mente no fluctúe, manteniendo una fijación constante con absoluta exclusión de todo lo demás. El anclaje puede ser externo como una vela o interno si te trata de la propia respiración.
Durante la práctica meditativa aparecerán estímulos que provocarán la pérdida de concentración, por lo que éstos deben ser anotados para trabajar en ellos interiormente más adelante. Los estímulos pueden ser internos como un dolor articular o internos, como un recuerdo.
Una forma fácil de la Dharana sería concentrarse en la respiración o en cómo pasa el aire por las fosas nasales.
- DHYANA u observación meditativa.
Dhyana es una concentración constante y sin esfuerzo permitiendo que la mente esté bajo control total y que no haya pensamientos perturbadores. La mente se observa a sí misma.
En la visualización mental, se trabaja sobre el pensamiento y el sentimiento para propiciar estados de ánimo y emociones positivos, de manera que el practicante vaya modificando sus actitudes.
Este mirar va enfocado, tanto a nuestro mundo interior, como hacia el entorno exterior. El meditador adopta un rol de observador testigo de un espacio perceptivo, del cual se encuentra a una distancia suficiente como para tener una visión objetiva y neutra de la situación. El observador también puede decidir si interviene siendo un testigo proactivo o si adopta una actitud de indiferencia como un testigo pasivo.
- SAMADHI o superconsciencia en estado de unidad.
Samadhi es el estado superconsciente de autorrealización. Este último paso es el estado en el que la conciencia individual se disuelve en la conciencia cósmica pura. Aquí se consigue tal profundidad de absorción que se experimenta la unidad del Ser con la Fuente, el Todo o la Divinidad.
El Rāja Yoga o Yoga Mental consiste en un entrenamiento mental, entendido como una meditación que permite observar de forma ecuánime y desapegada los hechos reales que está experimentando el practicante, poniendo el foco fundamentalmente en las sensaciones, emociones, pensamientos, percepciones y sentimientos.
- Sensaciones son impresiones que los estímulos externos producen en la conciencia.
- Emociones son reacciones psicofisiológicas intensas y transitorias que impulsan a la acción.
Las emociones aparecen de forma automática ante una situación o pensamiento. Tipos de emociones espontáneas básicas son: alegría, miedo, tristeza, rabia, asco, sorpresa.
- Pensamientos son procesos cognitivos conscientes o la capacidad de formar ideas o representaciones de la realidad en la mente.
Tipos de procesos de pensamientos o estados mentales son: el habla interna, la deliberación, el juicio, el razonamiento, considerar una idea, la memoria, la imaginación.
- Percepciones son una forma de pensamiento, siendo el primer conocimiento de una cosa por medio de las impresiones. Es una interpretación de las sensaciones del entorno.
Las percepciones ocurren de forma inconsciente o consciente siendo un proceso constructivo o discernimiento en el cual se organizan las sensaciones y se les otorga un sentido seleccionando, organizando e interpretando la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos a partir de su experiencia previa de manera lógica o significativa.
La percepción es la aprehensión psíquica de una realidad objetiva, distinta de la sensación y de la idea.
Los sentidos relacionados con la percepción son:
- Visual; asociada a la visión de formas, colores, movimientos y contrastes que nos permite percibir y distinguir los objetos entre sí. La agudeza visual es la percepción que se refiere a la capacidad para reconocer contornos, contrastes y detalles.
- Táctil, presión, vibración y estiramiento.
- Olfativa; olores y esencias del entorno.
- Gustativa; sabores.
- Auditiva; ruidos y sonidos.
- Sentido de conciencia corporal o sistema de propiocepción. Es la capacidad que tiene el cerebro de saber la posición exacta de todas las partes de nuestro cuerpo y cada momento, recibiendo la información muscular, de las articulaciones y micromovimientos de todo el cuerpo.
- Sistema vestibular o sentido del equilibrio así como coordinación y control espacial y profundidad. Se encuentra ubicado en el oído interno y responde al movimiento y a los cambios de la posición de la cabeza.
Se estimula con movimientos de rotación, balanceos, giros, remolinos corporales, etc, puesto que este tipo de movimientos ayudan a nuestro cerebro a mejorar en la organización de las informaciones sensoriales contribuyendo de esta forma al equilibrio.
- El sentido de orientación o cinestesia es la habilidad interoceptiva que detecta un movimiento o estado interno del cuerpo y la sensación producida para saber la posición y el equilibrio de diversas partes del cuerpo.
La inteligencia kinestésica es la habilidad de usar las sensaciones del movimiento del cuerpo para expresar con lenguaje corporal ideas y emociones para adaptarse y transforma el ambiente.
- Sistema sensorial de interocepción o conciencia interoceptiva del arte de mirarse por dentro. Es el sentido interno del cuerpo que ayuda a entender y percibir lo que sucede dentro del cuerpo. Son estímulos o sensaciones que provienen de los órganos internos, como las vísceras, así como los músculos y piel del cuerpo humano, como las vísceras, y que dan información acerca de las mismas como hambre o saciedad, sed, percepción de estímulos nocivos o dolor, sensación térmica corporal de frio o calor, frecuencia cardíaca, cosquillas, tensión muscular, picor, nauseas, sueño, necesidad de ir al baño, sueño, etc.
La toma de conciencia de la interocepción se desarrolla con la atención en la respiración observando si es suave, relajada, superficial, acelerada, etc.
La auto-regulación de estados corporales y emocionales facilita el aprendizaje y la resolución de problemas de forma rápida.
A medida que desarrollamos conexiones entre una experiencia dada y las sensaciones corporales evocadas, así como la emoción correspondiente y almacenamos las observaciones para uso posterior como marcadores somáticos entonces podemos tomar decisiones con más coherencia en el proceso intuitivo.
Las señales interoceptivas forman nuestros llamados sentimientos viscerales y nos ayudan a confiar en nuestro instinto en lugar de pensar sin considerar la inteligencia natural del cuerpo acorde al sentido básico de identidad del ser.
- El sentido cenestésico es el encargado de detectar las sensaciones internas del cuerpo e informar acerca del estado de nuestros órganos. La cenestesia de los órganos internos o sensación general del estado del propio cuerpo son pensamientos o ideas de la mente causadas por el cuerpo en lugar de por un agente o estímulo interior.
- Sinestesia es la activación automática e involuntaria de una vía sensorial o cognitiva adicional respecto a estímulos concretos. Es la capacidad de percibir sensaciones de diferentes sentidos de manera conjunta con correspondencia.
- Sentimientos son interpretaciones que se experimentan conscientemente durante el tiempo que de forma consciente se dedique a pensar en ellos.
Son una representación mental de lo que sucede en el cuerpo cuando se tiene una emoción, siendo el subproducto de lo percibido o asignado mentalmente dando significado a una emoción. Sucede cuando etiquetamos una emoción y emitimos un juicio o pensamiento valorativo asociado al subconsciente en relación a esa reacción fisiológica.
Tipos de sentimientos son hostilidad, frustración, desesperanza, culpa, vergüenza, felicidad, gratitud, compasión, etc.
- La intuición es mirar hacia dentro o contemplar.
La intuición nos guía día a día, nos ayuda a curar el cuerpo, a calmar la mente, a conocernos mejor.
Desarrollar la intuición facilita aprender a ir más allá de las palabras y saber qué es lo que realmente nos quieren comunicar, observando lo esencial invisible a los ojos.
La intuición es un camino de autoconocimiento, es tu guía interior cuando confías en ti.
El Yoga Mental ofrece tres métodos para definir o establecer una realidad: pratyakṣa, anumāna y āgamā.
Pratyakṣa es la percepción sensorial. Cuando un objeto está delante de nuestros sentidos y los sentidos son capaces de comprenderlo, entonces sabemos que es una realidad. Así, por ejemplo, vemos una rosa, la olemos y podemos tocarla. Sabemos que es real.
Anumāna es inferencia, acción de extraer un juicio o consecuencia a partir de hechos, proposiciones o principios sean generales (deducir) o particulares (inducir).
Estos dos equivaldrían a lo que hoy llamamos un enfoque basado en la evidencia para establecer una realidad válida.
Aunque no sólo lo que es visible o medible es real, nuestro mundo no sólo está hecho de materia, sino también compuesto por entidades inmensurables como prāṇa, la conciencia y lo Divino. Entonces, para establecer esto como una realidad tenemos la comprensión de la experiencia sutil o el conocimiento intuitivo (Ᾱgamā).
Intuición se llama al proceso de silenciar la mente y vincularnos más con el corazón. Cuando se cultiva la concentración la observación y el estado de unidad se abre las puertas a muchas percepciones que están más allá de los medios ordinarios de percepción.
La respiración consciente nos permite la coherencia cardíaca para permanecer conectados con el corazón y la mente, trascender nuestros propios límites y enfocarnos en encontrar las mejores soluciones para la humanidad.
El cultivo de la calma intuitiva requiere el desenvolvimiento de la vida interior. La intuición es la guía del alma, que surge espontáneamente durante esos momentos en que su mente se encuentra calmada, para que pueda escuchar sin distorsión alguna el infalible consejo de la voz interior.
El Rāja Yoga, si bien abarca tanto el cuerpo como la mente, pone el énfasis en el desarrollo mental para el trabajo interior, en coherencia cardiaca, con los diferentes estados de conciencia tales como:Fundamentos de la existencia terrenal.
Emociones.
Voluntad o poder de acción.
Capacidad de empatía y de amor incondicional.
Expresión y comunicación.
Intuición.
Estado de unidad o liberación del ser (Samadhi).
Lo importante es entender que lo esencial del yoga es encontrar la unión con la esencia o lo completo en unión con todo en la vida.
El poder es la aparición y engrandecimiento del amor en acción.
Toda experiencia sucede en el interior. La individualidad integra las estructuras neuronales interactuando en la mente o hipercampo de experiencias perceptuales de todas las consciencias.
La no aceptación es rechazar una porción del territorio de la mente y de todas las consciencias que en el habitan.
La observación modifica lo observado transformándose en contenido de la experiencia que se expande en un constante proceso de aceptación.
El reinado de gozar el presente con intensidad es apreciar la vida con transparencia e integridad. El poder del amor es la percepción en todo con aceptación y expansión de la conciencia de unidad, libre de juicios.
El liderazgo personal se logra cuando se adquiere la visión, la constancia, se comunica y actúa con naturalidad, espontaneidad y risas, siendo consciente del proceso de continuo cambio.
Mediante la observación con aceptación se expande la identidad asociada a la conciencia de unidad.
El Yoga Mental intensifica la intención en la concentración, la observación y el amor, cuidado y unidad.
El aprendizaje de estrategias de meta-atención es fundamental para tener control consciente y voluntario sobre el propio proceso de atender cuando se está realizando una tarea. Ello exige darse cuenta tanto de las distracciones como de los momentos de focalización con atención despierta o plena.
La concentración natural o atención vigilante al mundo interior es la flecha de la mente enfocada al corazón.
La Observación desde ese lugar íntimo es el arco que templa y calma la mente en silencio, sin juicio.
Si en el arco de la observación se proyecta una palabra o se dibuja un pensamiento en la pantalla de la mente entonces este se dispara con esa intención afinada.
La diana es la integración de la experiencia acontecida. Es fundamental tomar conciencia de no enfocarnos en la necesidad de equilibrar el error, separación, carencia o vacío interior sino en integrar o unir lo vivido como una experiencia plena. Toda experiencia forma parte de un proceso en constante cambio.
El arquero es la presencia de tu esencia en coherencia y armonía, entre mente y corazón, habitando la belleza y calma de tu mundo interior.
El arquero tensa el arco con su intención y su actitud vigilante, consciente de sí mismo mirando la esencia de su mundo interior desde dentro.
Observar sin juicio es la forma de ver la esencia en otros y en todo.
El reinado de la mente es saberse parte y arte de todo como un flujo o fuente eterna de amor que lo llena todo.
Lo hay separación entre la flecha, el arco y la diana. La flecha es apreciar la vida presente, el arco es la gratitud en el corazón y la diana es la aceptación, integración o unidad de toda experiencia como parte de un todo.
Con el Yoga Mental aprendemos a confiar en la intuición y comprometernos a observador sin juicio, en calma, y con una sonrisa que orienta, guía e ilumina el reinado de nuestro mundo cada vez mejor y mejor.
Toda la existencia es vibración, en mayor o menor frecuencia, que genera ondas sonoras. Usar el sonido para conectarse a un estado superior de conciencia, es una práctica común inspirada en el “Nāda Yoga”, unión o relación con el Todo mediante la escucha interna del flujo de la conciencia. Este yoga del sonido es considerado una de las técnicas más poderosas y avanzadas para aquietar la mente y el subconsciente y, de ese modo, conectarse a un estado superior de conciencia trascendental que está más allá de los sentidos.
La inteligencia fonética con la tecnología del sonido mental es una práctica de escucha íntima profunda del sonido interno inaccesible para los sentidos.
En la técnica del “Nāda Yoga” se empieza con una simple vocalización tipo: “AH, EE (i), AI” par que la voz haga vibrar el cuerpo. El oído lo escucha y alimenta al cerebro con energía vibratoria. Esta ondulación armónica permite que se calme la agitación mental. Cuando la mente está más calma, la atención naturalmente descansa en el corazón. Entonces el corazón se expande y necesita expresar el amor en acción.
Se puede experimentar “Nāda Yoga” haciendo sonido con la boca cerrada y dejando que resuene dentro del cuerpo, o con los oídos y los ojos tapados, se emite un sonido como el de la abeja, manteniendo el foco de la atención en esa vibración interna.
Se puede iniciar la práctica escuchando sonidos externos como música preferiblemente instrumental de estilo calmo. Los patrones especiales de sonido estimulan al hipotálamo para cambiar la química del cerebro. Esto ajusta las funciones del sistema glandular y del metabolismo para crear una mente equilibrada y neutral, y para fortalecer el sistema inmunológico.
Si nos sentamos en quietud y mantenemos la observación meditativa gradualmente la atención se lleva hacia los sonidos internos sutiles. Se puede mantener la concentración allí, dejando que sobrevenga un estado más contemplativo.
Finalmente nos mantendremos sosegados escuchando el silencio. Ese flujo de vida en el océano de la existencia danza en nuestra cotidianeidad, repleto de sonido con frecuencia tan alta que no se percibe con el oído.
